domingo, 13 de enero de 2013

Ayer fue un día especial. Fui a Misa al Asilo de Ancianos de Tías. Me impresionó ver a personas tremendamente limitadas seguir la ceremonia con mucho cariño. Estaba la sala bastante llena y d. Ricardo se adaptó al público. Pregunté si puedo ir a visitarles a los que están más solos. Les pareció buena idea.

Como ya había ido a Misa el sábado, me fui de excursión el domingo. Quería ver si podía dar la vuelta al valle de Femés pasando por los picos que lo rodean. Para eso dejé el coche en la rotonda del comienzo de la subida a las Casitas de Femés. Y me puse a andar.

La verdad es que con frecuencia paso por ahí y me llamaba la atención el volcán que hay a la izquierda de la rotonda (dirección Yaiza, claro).  Se llama la Caldera de Robaina.

El camino de subida es muy tranquilo y la vistas desde arriba es espectacular. Bordee la cresta de la caldera e hice fotos para mis amigos geólogos: la caldera está muy bien y se ve la salida de erosión. Cultivos en el fondo.

Suponía que conectaría con la cresta pero fue que no. Es una boca eruptiva aislada.
En fin: con cuidadito se baja hasta unos cultivos desde donde se pueden seguir unos senderos que recuperan la altura y se unen al camino que viene de Uga (por el vallito de Uga).

Desde ahí, la pista es muy agradable con vistas al Parque Nacional de Timanfaya. Se hace un poco dura la ultima subida a La Atalaya de Femés pero es corta.






Después de beber un poco y hacerme la foto de interesante, descendí a Femés (acortando y acabando entre unas gallinas) y sin parar subí por la pista unos 100 metros hacia el Pico de la Aceituna, pero me salí de la pista a la izquierda hacia la cresta.


Hay muchos senderos de cabras que te llevan al camino que va por la cresta llamada Filo de los Cuchillos.





El sendero es muy agradable y se va viendo el espacio protegido de los Ajaches y Playa Quemada y el valle de Femés.


El sendero acaba a 200 metros de Las Casitas de Femés y sólo queda dejarse llevar hasta el coche. Tomé la carretera pero me desvié hacia una pista a la derecha (que abandoné por ponerme nervioso ya que bajaba, pero debía de haberla cogido en vez de ir por la carretera: iban como locos. - ¿iré yo igual?)

14 km y 700 metros de desnivel. Valió la pena. Acabé en Puerto del Carmen para meter los pies en la playa y refrescarlos unos minutos antes de volver a Arrecife.

Recorrido de la salida

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